El proyecto pretende hacerlo mediante la creación de una red piloto de centros de innovación y emprendimiento en ocho zonas urbanas históricas. Con ello, se aborda el problema del abandono del patrimonio histórico, al tiempo que se crean puestos de trabajo y oportunidades sostenibles para las empresas locales tradicionales.

Los métodos y actividades de los ocho socios acabarán reproduciéndose en otras ciudades. En primer lugar, los centros probarán, demostrarán y llevarán a cabo actividades de creación y diseño conjuntos en tres ámbitos temáticos con potencial para la transformación sostenible de las zonas urbanas históricas:

• Los sectores cultural y creativo
• Los nuevos estilos de vida
• Los recursos naturales y sociales endógenos

La metodología del proyecto incluye la construcción de un ecosistema de centros interconectados con el objetivo de acelerar la regeneración urbana y crear valor en los centros piloto para entonces empaquetar y ampliar los resultados y crear una red mundial colaborativa de centros. El objetivo final es crear un espacio digital «HUB-IN».

La UE contribuyó con 7 998 797 euros a la dotación presupuestaria global. El coordinador principal es Lisboa E-Nova, una organización portuguesa sin ánimo de lucro, que recibe el apoyo de otros dieciocho participantes, entre ellos universidades, municipios y empresas privadas de ocho países europeos distintos. Dado que este proyecto aún está en curso, todavía no se dispone de todos los resultados.