Estudios de arquitectura: Arquitectura Anna Noguera, J2J architects 

Patrocinador principal: BIMSA, Institut Barcelona Esports (IBE), Ajuntament de Barcelona 

Año de finalización: 2018 

Materiales: madera laminada prefabricada  

Superficie total: 5 489 m² 

Distinciones:

• Premio Ciutat de Barcelona 2019  
• Gran Premio a la Construcción Sostenible de los Green Solutions Awards 2020-21 
• Premio WAF 2019 a Edificios Deportivos 
• Premio Mapei 2019 a la Arquitectura Sostenible
• Preseleccionado para el Premio EUmies 2022 

Contexto de la ciudad/región

Turó de la Peira es un distrito urbano situado desde la década de 1960 en un barrio de viviendas sociales con alta densidad de población y bajo coste de la periferia de Barcelona. La zona carecía de lugares de reunión y no disponía de suficientes espacios e instalaciones verdes y públicos.  

En la zona había una pista deportiva y una piscina obsoletas, alojadas entre edificios vecinos. La piscina había sufrido daños y la pista deportiva al aire libre no tenía un tamaño adecuado para celebrar competiciones y causaba molestias para los residentes cercanos por el ruido. Además, el paisaje urbano se caracterizaba por los pavimentos rígidos, los muros de hormigón y una ausencia total de vegetación.  

Era necesaria una intervención para convertir el entorno gris e inhabitable en un lugar verde y acogedor. El Ayuntamiento de Barcelona decidió organizar un concurso de arquitectura para modernizar las instalaciones deportivas.  

Solución

Los proyectos implicaron una transformación integral del lugar y su entorno mediante la renaturalización y la regeneración medioambiental. 

La antigua pista deportiva y la piscina se fusionaron en un único edificio para dejar más espacio libre y construir un jardín. El nuevo centro deportivo consta de dos grandes espacios que se solapan: una piscina climatizada en el piso del semisótano y una pista deportiva en el piso superior.  

El edificio innovador se diseñó para funcionar con un consumo mínimo de energía, con características como el aislamiento térmico teniendo en cuenta la orientación solar; tragaluces y ventanas vigiladas por sensores para una ventilación cruzada eficiente; una estructura compacta parcialmente sumergida para minimizar la pérdida de calor; y un sistema aerotérmico que recupera el calor de la producción de agua caliente. Los paneles fotovoltaicos en el tejado generan hasta el 90 % de las necesidades energéticas del edificio. Una fachada exterior envuelve la estructura, protegiéndola del sol y formando un espacio bioclimático. La galería verde es un sistema de cultivo hidropónico, elegido por su luminosidad, la durabilidad del sustrato, la capacidad de retención de agua y la facilidad de instalación. 

Las paredes y las superficies sólidas se sustituyeron por pendientes ajardinadas que crean varias sendas y proporcionan lugares para sentarse y zonas de juego infantiles. 

Toda la estructura, las columnas, las redes, las losas y las paredes se prefabricaron en el taller y se montaron in situ.

Criterios de alta calidad (contexto, sentido del lugar, diversidad, belleza)

• El proyecto hace hincapié en las percepciones y las sensaciones que se transmiten a quienes utilizan el espacio. La luz natural, la vegetación y la incorporación de la madera crean un ambiente agradable, distinto del frío que suelen transmitir instalaciones semejantes. 
• Teniendo en cuenta la topografía, el edificio está semienterrado, colmando la diferencia de nivel entre las dos calles. 
• El ayuntamiento organizó tres presentaciones del proyecto para la aprobación de los residentes. Los miembros de la comunidad tuvieron la oportunidad de articular sus preocupaciones, sus aspiraciones y sus demandas, lo que afectó positivamente al proyecto. 
• Los criterios de construcción pasiva han dado lugar un edificio eficiente desde el punto de vista energético. La inversión se recuperará en unos pocos años mediante el ahorro en los costes de la energía. Los equipos han obtenido la calificación de platino LEED (Leadership in Energy and Environmental Design). 
•  El proyecto se ajusta al compromiso del Ayuntamiento de Barcelona con las personas con diversidad funcional, garantizando el acceso a las instalaciones externas e internas. 

Gobernanza y gestión

El proyecto fue ejecutado por personal del Instituto Deportivo de Barcelona, incluido personal de los departamentos administrativos, jurídicos y de promoción deportiva. El equipo específico del Departamento de Gestión de Proyectos y Obras desempeñó un papel fundamental en el éxito de su aplicación. 

Una vez definido el proyecto, su ejecución se delegó en la empresa de Infraestructuras Municipales de Barcelona (BIMSA), creada específicamente para proyectos de construcción promovidos por el Gobierno. 

La instalación está gestionada por la empresa privada IGE BCN S.L., mediante un contrato de concesión de cuatro años con el Ayuntamiento de Barcelona. La empresa es responsable del mantenimiento de las instalaciones y de la oferta de actividades deportivas para diversos grupos. 

Presupuesto y financiación

El presupuesto del proyecto se estimó en 9 483 253 EUR para el coste del edificio y 322 289 EUR para el coste del parque. La financiación fue aportada exclusivamente por el Ayuntamiento de Barcelona. 

El Ayuntamiento cubrió temporalmente los gastos energéticos durante el primer año de funcionamiento (110 000 EUR). 

Los gastos de primer establecimiento correrán a cargo de la concesionaria (60 000 EUR el primer año). 

Ideas transferibles

• Desarrollar una visión global del proyecto. Prestar atención a los diferentes sistemas que lo componen en relación con el consumo de energía eléctrica y térmica desde el principio. 
• Tener en cuenta, desde la fase de redacción, el mantenimiento necesario del edificio cuando esté en funcionamiento.  
• Contar con un equipo de mantenimiento técnico formado en las nuevas tecnologías aplicadas al edificio que sea capaz de comprender y gestionar las instalaciones.