Las industrias culturales y creativas funcionan en un entorno empresarial complejo en el que intervienen tanto las normas generales en materia de empresa como cuestiones de derechos de propiedad intelectual y tributación, entre otras.
Por tanto, las políticas y la legislación que rigen estos ámbitos (es decir, el marco normativo) deberían facilitar la creación artística y permitir las actividades empresariales, al tiempo que se promueve y preserva la diversidad cultural europea.
Las industrias culturales y creativas: más importantes que nunca
El sector cultural, como tantos otros, está experimentando cambios importantes y rápidos debido a la revolución digital. Para responder a ellos, las administraciones son cada vez más conscientes de la necesidad de una evaluación continua para garantizar que el marco normativo del sector siga adecuándose a sus fines.
En el caso del sector cultural, la creciente importancia de las tecnologías digitales exige una revisión constante de la legislación sobre derechos de propiedad intelectual. Las normas de la UE en este ámbito deben reflejar el panorama digital cambiante a fin de garantizar la protección los derechos de los artistas y las organizaciones, y un amplio acceso a la cultura en el futuro.
Además, el hecho de que el acceso al público y a los mercados sea cada vez más en línea, pone de relieve la necesidad de aplicar las políticas idóneas para el comercio, la fiscalidad y la realización de negocios en la red.
Las actividades de la Comisión en apoyo a las industrias culturales y creativas
La Comisión lleva a cabo una serie de actividades para evaluar el marco normativo de la cultura. Entre ellas, se incluyen la gestión de proyectos, el encargo de estudios e informes y asegurar la coordinación con los Estados miembros para aplicar las mejores prácticas.
La Comisión también supervisa los considerables avances en la reforma del entorno normativo. Además de apoyar proyectos y plataformas mediante los subprogramas Cultura y MEDIA, ha adoptado los siguientes instrumentos jurídicos:
- Directiva sobre obras huérfanas, que abarca obras sin un titular de derechos de autor
- Directiva sobre gestión colectiva de derechos de autor, que abarca las organizaciones que gestionan los derechos de autor de varias personas sobre una obra protegida
- Directiva que amplía a setenta años la protección de los intérpretes musicales y las grabaciones sonoras
- Tratado de Marrakech, que facilita el acceso a las publicaciones a las personas invidentes, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso
- Tratado de Beijing sobre Interpretaciones y Ejecuciones Audiovisuales
- Reglamento general de exención por categorías sobre ayudas públicas, que establece las condiciones para que los Estados miembros puedan conceder ayudas a la cultura, la conservación del patrimonio y el sector audiovisual sin obligación de notificárselo a la Comisión
A la luz de los retos que plantean los cambios más recientes en la economía digital, la Comisión ha iniciado importantes reformas políticas y legislativas en el marco del proyecto del mercado único digital.
El objetivo de este proyecto es garantizar un entorno normativo adecuado para el sector cultural mediante:
- una ambiciosa modernización del marco de derechos de autor de la UE
- la actualización de la Directiva de servicios de comunicación audiovisual
- un ecosistema sostenible de plataformas en línea
- nuevas normas en el ámbito del comercio electrónico que abordan el bloqueo geológico y el reto de la convergencia entre el entorno en línea y el físico en la aplicación de los tipos del impuesto sobre el valor añadido (IVA) (véase la información sobre el Plan de Acción sobre el IVA)
Próximos pasos
La Comisión continuará realizando esfuerzos en este ámbito, en particular:
- supervisando y garantizando la aplicación coherente de la legislación recientemente adoptada
- colaborando con las partes interesadas para debatir la evolución y la necesidad de adoptar otras medidas, por ejemplo, en el marco de la estrategia renovada para una Europa adaptada a la era digital